kou mabuchi icons ♡
¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste? No buscando una respuesta ni encontrando una certeza, sino la última vez que te escapaste de lo cotidiano y te detuviste. No por cansancio ni por desidia, sino porque sí. ¿Cuándo fue la última vez que te detuviste y dejaste que todo a tu alrededor flotara? Como quien se anima a desconectar las cosas, a quitarles su carácter de utilidad, a sacarlas de la lógica del cálculo. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que no sirviera para nada? Para nada ni para nadie, ya que las servidumbres se presentan de formas muy misteriosas. Algo que no fuese pensado desde la ganancia, el interés o el egoísmo. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo porque sí? No porque te convenía o porque lo necesitabas, o incluso porque lo querías; sino porque sí. O al revés: ¿cuándo fue la última vez que la casualidad hizo con vos algo? No algo productivo, ni profundo, ni siquiera algo en sentido estricto. ¿Cuándo fue la última vez que le diste un abrazo a alguien? No a tus seres queridos ni a personas conocidas, sino a “alguien”, no importa a quien. ¿Cuándo fue la última vez que diste? No importa qué. Un regalo no vale por lo que es, sino que vale en tanto regalo. Un regalo no vale. Un regalo no es. Se da y no vuelve. ¿Cuándo fue la última vez que te abriste? ¿O que no te cerraste? ¿O que demoliste tus puertas? ¿O que dejaste entrar al indigente? ¿O que ese otro irrumpió en vos y te llevó puesto? ¿Cuándo fue la última vez que recordaste? No cuando vence la factura de gas o la fecha del examen, sino que te recordaste como una trama, como una huella, como parte del relato en el que te ves inmerso, como el deseo de querer seguir narrándote. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste? Simplemente lloraste. De alegría, de tristeza, da igual. Llorar, como quien expresa en ese acto primitivo la existencia viva; como quien solicita, pide, ruega, pero no reclama, ni exige, ni cree merecer.¿Cuándo fue la última vez que te perdiste? No en esta calle o en este trabajo o con este proyecto compartido. Perderse, dejándose llevar por ese acontecimiento imprevisible, dejándolo ser. El mundo está repleto de carteles y señales. El mundo está lleno de héroes que te proponen un formato industrial del ser uno mismo y una carrera exitosa basada en el afianzamiento de lo que sos. No importa qué sos, sino abroquelarte en lo tuyo, o en los tuyos, y sobre todo erigir los muros que hacen del otro y de lo otro algo invisible. Por eso perderse, como quien pasea sin rumbo, o habla con una tortuga, o le pide perdón a un helado por comérselo. Como quien se baja del colectivo para caminar por esas calles extrañas, como quien encuentra una mirada que lo devuelve para adentro y cae en el abismo. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste miedo? No por lo que te pudiera pasar, sino por pensar que tal vez nunca no te pasara nada. ¿Cuándo fue la última vez que preferiste la nada al ser, un olor a un concepto, un insomnio a un ansiolítico, un árbol viejo a un ascensor? ¿Cuándo fue la última vez que te traicionaste, que te animaste, que transgrediste, que te lanzaste, que tuviste un sueño, que creíste, que descreíste, que te arrepentiste, que te afirmaste, que te cuestionaste, que soltaste lo propio y te abriste a la pregunta? ¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste?
https://www.iconshot.com
Spacey☄ Like/reblog if use ?
i want to wear cute sweaters but it's still hot outside
twitter liked this so yall can have it too
—¿por qué tardaste tanto? llevo mucho tiempo esperando.
—¿ni siquiera vas a preguntar por qué tarde?
—¿por qué fue?
—me perdí.
—¿cómo te perdiste? no es tan difícil llegar.
—¿quién dijo que llegué?
—¿qué quieres decir con eso?
— que todavía sigo perdido.
— y lo vas a seguir estando hasta que no sepas qué es lo que buscas.
— entonces lo estaré para siempre.
— ¿acaso no vas a intentar?
— lo único que hago es intentar.
— pero si no sabes a dónde quieres ir, ¿qué es lo que intentas?
— saber que quiero.
— eso no lo vas a descubrir acá.
— ¿acaso cuando me dijiste que siempre estarías para mi, me mentiste?
— claro que no.
— ¿entonces? ¿por qué no me ayudas?
— porque no puedo.
— ¿y quién puede?
— vos
— ¿yo?
— si, solo vos y nadie más que vos.
— ¿vale la pena afrontar todo ese camino? prefiero seguir perdido hasta la eternidad.
— si vale la pena, inténtalo.
— tengo miedo.
— será difícil pero igual.
— ¿igual qué?
— vas a poder.
— ¿cómo sabes?
— porque creo en ti.
— eso no me sirve de mucho, yo no creo en mi.
— ¿por qué no?
— ¿cómo podría creer en alguien que habla con fantasmas?
— como digas, de igual manera nos parecemos más de lo que crees.
— ¿en qué podría parecerse un fantasma a un humano?
— ambos, mi querido amigo, estamos completamente perdidos.
— no somos amigos.
— soy el único que te aconseja siempre.
— eso no quiere decir que seas mi amigo.
— ¿y qué quiere decir?
— que aparte de estar perdido, también estoy solo.
— ¿y yo qué soy?
— nada, absolutamente nada.
— ya te dije yo que eramos parecidos, pero en realidad somos iguales.
— claro que lo somos, ambos estamos muertos, solo que yo en vida y vos no.
los colores del exterior y la oscuridad del interior pelean por mi atención y no sé qué hacer. ¿volver con mi viejo compañero o seguir conociendo al nuevo?. es difícil elegir cuando el miedo paralizante actúa más rápido que yo, cuando me pierdo aunque todavía no me haya encontrado. el desconcierto y la incertidumbre me apresionan, quiero correr para no volver y quiero esconderme para no volver a salir al mismo tiempo. pero los colores brillantes son tan lindos que me quiero quedar, ahora que conozco ambos lados del mundo creo que es hora de elegir aunque los vientos me empujen, aunque ambos me persuadan y me tienten, no escuchar a los demonios no es fácil. no quiero volver, me quiero quedar ahora que puedo, aunque me resbale y vuelva de vez en cuando solo quiero aprovechar y sentir las buenas sensaciones.
solo quiero vivir y no volver jamás.
al menos mientras pueda.
04062019