In 1913 i had the happy idea to fasten a bicycle to a kitchen stool and watch it turn. A few months later i bought a cheap reproduction of a winter evening landscape, which i called Pharmacy after adding two small dots, one red and one yellow, in the horizon. In New York in 1915 i bought at a hardware store a snow shovel on wich i wrote "in advance of the broken arm". It was around tat time that the world "readymade" came to mind to designate this form of manifestation. A point wich i want very much to establish is that the choice of these "readymades" was never dictated by aesthetic delectation. This choice was based on a reaction of visual indefference with at the same time a total absence of good or bad taste...in fact a complete anaesthesia. One important characteristic was the short sentence wich i ocassionally inscribed on the "readymade". That sentence instead of describing the object like a title was meant to carry the mind of the spectator towards other regions more verbal.
Del libro "Conceptual Art" de Peter Osborne, Fragmento de "Apropos of Readymades" de Marcel Duchamp (1961)
Hombre o mujer, te diría cuánto te quiero, pero no puedo; y te diría lo que hay en mí y en ti, pero no puedo; y te diría el anhelo que siento, aquello por lo que late mi corazón, de día y de noche.
Mira: yo no doy conferencias ni limosnas; cuando doy, me doy a mí mismo.
El halcón moteado se cierne sobre mí, y me acusa: se queja de mi cháchara y mi holgazanería.
Tampoco a mí me han domesticado. Tampoco yo soy traducible. Lanzo mi bárbaro chillido por sobre los tejados del mundo.
El último impulso del día se detiene para esperarme.
Arroja mi imagen, tras las otras, y tan fiel como ellas, a las llanuras sombrías. Me atrae a la niebla y la penumbra.
Nathanaël, tira mi libro; no te sientas satisfecho con él. No pienses que tu verdad puede encontrarla otro; avergüenzate de eso más que de cualquier otra cosa. Si yo buscara tus alimentos, no tendrías hambre para comerlos; si yo te preparara tu lecho, no tendrías sueño para dormir en él. Tira mi libro; repítete a ti mismo que lo que en él se dice es sólo una de las mil posturas posibles ante la vida. Busca la tuya. Lo que otro hubiera hecho tan bien como tú, no lo hagas. Lo que otro hubiera dicho tan bien como tú, no lo digas; o lo que hubiera escrito tan bien como tú, no lo escribas. No te apegues sino a lo que tú sientas que no existe en ningún otro lugar más que en ti mismo, y crea de ti, con paciencia o con impaciencia, ¡ah!, el más insustituible de los seres.
Los alimentos terrenales. André Gide
Lo propio de la intuición artística es, de tal suerte, una invención o descubrimiento de los ritmos que apartándose de la mecánica corriente, y aún de los propósitos de la voluntad ordinaria, se lanzan a la conquista de lo Absoluto.
La ciencia descubre las leyes de los movimientos de lo concreto y relativo. La estética busca el ritmo de la finalidad definitiva que lleva cosas y seres a reencarnar en lo divino.
Ulises criollo. José Vasconcelos
Llevas mucho tiempo teniendo sueños despreciables.
Te quito ahora las legañas de los ojos: tienes que acostumbrarte al resplandor de la luz y de cada momento de tu vida.
Llevas mucho tiempo vadeando el agua, temeroso, aferrado a una tabla, en la playa.
Ahora quiero que seas un nadador sin miedo, que te arrojes al mar, y que emerjas, y me hagas señas, y grites, y rompas, entre risas, el agua con el pelo.
De este modo, el problema de la elección de los tipos es necesariamente distinto al de épocas anteriores. Exigimos a los tipos claridad, sencillez y el abandono de lo superfluo. Esto nos lleva a una construcción geométrica de la forma. En la palo seco encontramos un carácter que se acerca mucho a estas exigencias y por ello es la base de nuestra futura labor de crear un tipo para esta época. El carácter de una era no se puede expresar solo con la abundancia de formas ornamentales. También las formas geométricas simples de palo seco expresan claridad y austeridad con lo que se corresponden con el espíritu de nuestra época. La expresividad es importante, pero no lo es crear tipos especiales para aunucios de perfumes o de tiendas de ropa, o para las manifestaciones líricas de los poetas. Nunca fue labor de los punzonistas del pasado la creación de un tipo para plasmar expresiones individuales. Los mejores son aquellos que pueden emplearse para cualquier finalidad, y los peores son lo que solo pueden utilizarse en tarjetas de visita o cantorales.
Fragmento del libro La nueva tipografía / Jan Tschichold
Sé que me ha correspondido lo mejor del tiempo y del espacio, y que nunca me han medido, ni me medirán jamás. Mi viaje, a pie, es un viaje perpetuo (¡venid todos a escucharme!).
[...]
No tengo cátedra, ni Iglesia, ni filosofía.
No llevo a nadie hasta la mesa puesta, ni a la biblioteca, ni a la Bolsa.
A cada uno de vosotros, sin embargo, hombre o mujer, os conduzco a la colina.
Con el brazo izquierdo os sujeto por la cintura y con el derecho señalo el panorama que ofrecen los continentes y el camino público.
Ni yo ni nadie podemos hacer ese camino por ti: has de hacerlo tú mismo.
No queda lejos: está a tu alcance.
Quizá lo estés recorriendo ya, desde que naciste, y no lo sepas. Quizá esté por todas partes, y atraviese la tierra y el mar.
No es posible hacerse una idea de la belleza e intensidad del sentimiento que experimentaba durante las visiones. Fueron lo más inmenso que he experimentado en mi vida. ¡Y luego este contraste con el día! Entonces me sentía atormentado y con los nervios enteramente destrozados. Todo me irritaba. Todo era demasiado material, demasiado grosero y demasiado torpe, limitado espacial y espiritualmente, ceñido artificialmente a irreconocibles fines, y sin embargo poseía algo así como una fuerza hipnótica que hacía creer en ellos, como si se tratara de la misma realidad, mientras que se podía reconocer fácilmente su vanidad. En principio, desde entonces, pese a la fe revalorizada en el mundo, nunca más me he librado completamente de la impresión de que la «vida» es un fragmento de existencia que se desenvuelve en un sistema adecuado de magnitud tridimensional.
Respecto a la duda: puede convertírsele en una buena cualidad si la educa. La duda ha de llegar a ser sabia, ha de convertirse en crítica. Pregúntele, siempre que quiera echarle algo a perder, pregúntele porqué es fea aquella cosa; pídale pruebas, sométala a examen y quizá la encuentre perpleja y desconcertada, quizá también irritada. Pero usted no ceda, exija argumentos. Compórtese atenta y consecuentemente en todas las ocasiones; y llegará el día en que el destructor se convertirá en uno de sus mejores trabajadores, tal vez en el más inteligente de todos los que le edifican la vida.
M I VIDA ES LA HISTORIA DE LA AUTORREALIZACIÓN DE LO INCONSCIENTE. Todo cuanto está en el inconsciente quiere llegar a ser acontecimiento, y la personalidad también quiere desplegarse a partir de sus condiciones inconscientes y sentirse como un todo. Para exponer este proceso de evolución no puedo utilizar el lenguaje científico; pues yo no puedo experimentarme como problema científico. Lo que se es según la intuición interna y lo que el hombre parece ser sub specie aeternitatis se puede expresar sólo mediante un mito. El mito es más individual y expresa la vida con mayor exactitud que la ciencia.
Recuerdos, sueños y pensamientos. Carl Jung