EN OTRO CUERPO | Miguel Gane
Te deseo lo mejor.
Ojalá encuentres en otro cuerpo
lo que yo no supe mostrarte.
Ojalá que las cosas te salgan bien,
y sobre todo ojalá que te quieran
como tú quieres,
es decir, desordenado e intenso,
ese amor de película francesa,
con su drama y su llanto,
pero con final feliz, al fin y al cabo.
Ojalá que tus planes se cumplan,
que tengas tus hijos como los sueñas,
y te mudes donde siempre has querido,
que llenes tu casa de libros y cine
y gente para no sentirte sola,
que vuelvas a París
y que no me recuerdes ni un instante.
Te deseo a alguien que llegue hasta tu altura,
tanto que se sorprenda cada día
de la montaña de mujer que eres.
Que busque en ti por el placer de buscar,
como aquel que sabe del tesoro
pero no quiere encontrarlo.
Que no quiera cambiar ni un centímetro de ti,
que ame tus errores
-pero no en silencio-,
y comprenda y respete tus heridas
sin pretender curarlas,
que acepte que siempre tendrás
la última palabra y que no te la quite
de la boca
porque justo ahí está tu fuerza.
Te deseo que no pierda nunca esa magia
que tiene el carácter
cuando las uñas se clavan en la piel.
Ojalá que te entienda, nena.
Tú siempre me dijiste que yo no sería capaz
y tenías razón.
Pero no te diste cuenta
de que precisamente por eso te quería.
Ojalá que des con quien siempre te tenga hambre,
que te lama tanto que encuentre nuevos sabores
en su lengua,
que disfrute tu piel, tus fantasías, tu sexo,
y sepa que por encima
de los cien cuerpos que tendrás discretamente,
también necesitas un alma
dispuesto a dejarse comer.
Te deseo, pues,
el amor de tu vida,
porque no se me ocurre mejor forma
de despedirme,
y que esta vez seas tú quien comprenda
hasta qué punto
llegué a quererte.
The Ripley Scroll. The First Five Cryptograms. 1600s.
“A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante”
— Oscar Wilde, Vera o los nihilistas
Giuseppe Picone | Teatro San Carlo
EL ABRAZO
"El abrazo debería ser recetado por los médicos. Hay un poder curativo en el abrazo que aún desconocemos.
El abrazo cura el odio. El abrazo cura los resentimientos, cura el cansancio y cura la tristeza.
Cuando abrazamos soltamos amarras. Perdemos por instantes las cosas que nos han hecho perder la calma, la paz en el alma.
Cuando abrazamos dejamos de estar a la defensiva y permitimos que el otro se aproxime a nuestro corazón. Los brazos se abren y los corazones se acurrucan de una forma única.
No hay nada como un abrazo. Un abrazo de "Te amo". Un brazo de "Qué bueno que estás aquí". Un abrazo de "Ayúdame". Un abrazo de "Hasta pronto". Un abrazo de "cuánto te extrañé". Abrazos...
Cuando abrazamos somos más de dos, somos familia, somos accesibles, somos sueños posibles.
El abrazo debería, sí, ser recetado por los médicos, pues rejuvenece el alma y el cuerpo.
ALICE A. BAILEY
William Blake, The Ancient of Days // Hadewijch, Stanzaic Poem 29 (trans. unknown) // Salvador Dalí, The Apparition of Christ // Karma Lochrie, Mystical Acts, Queer Tendencies // William Blake, The Marriage of Heaven and Hell // Hadewijch, Poem 16 (trans. unknown) // William Blake, Orc // Dante Alighieri, Paradiso (trans. Rabinowitz)
“ Posdata:
Iba a escribir que te espero
pero creo que me espero a mí mismo
y solamente tú eres capaz de traerme.
Y luego vuelvo a tu foto.
Y a la nostalgia."
— Ernesto Pérez Vallejo
LNC: FC Barcelona Edition {insp.}