She.
Cuídate de los que saben escribir, pues tienen el poder de enamorarte sin siquiera tocarte.
-Julio Cortázar
“Durante años imaginé 10 millones de posibles reencuentros entre tú yo. En todos imaginaba que al dar la vuelta al despedirnos tú me tomabas de la mano y me decías que todavía no era tiempo de decirnos adiós. Hasta que un día, un día realmente nos volvimos a encontrar. Para entonces tú y yo ya éramos seres tan diferentes a lo que alguna vez habíamos sido. Ya habíamos madurado, habíamos pensado y habías asimilado toda nuestra historia. Y fue por eso que el reencuentro fue tan inesperado. Y, sin embargo, tan necesario. El día que nos volvimos a encontrar yo ya había dejado de extrañarte y ya no pensaba cada noche en por qué habíamos tenido que renunciar a nosotros. Pero ese día, el día que volví a verte lo entendí TODO. Preguntamos qué tal habían ido nuestras vidas, qué cosas habíamos hecho, qué cosas habíamos dejado de hacer. Los dos en las vidas correctas. Ambos solteros, con la posibilidad infinita que nos había caracterizado nunca. Charlamos animadamente hasta que mencionaron mi nombre y fue entonces cuando tuve que decir adiós. Por primera vez en la vida tus ojos brillaban diferente y, en lugar de parecer que necesitabas irte, algo en tus ojos me gritaba que no me fuera. Y tal vez, tal vez era lo que yo le había pedido tanto tiempo a la vida, que no me dejaras ir, que te aferraras, que te quedaras. Y fue tanto, tanto que el día que tú querías quedarte fue el mismo día que yo solo deseaba irme. Y entendí, entendí por qué hasta entonces nos habíamos vuelto a ver, por qué después de tanto tiempo. Y te dije adiós, y me dijiste adiós. Pero esta vez fue diferente, esta vez yo me di la vuelta sin desear que me detuvieras y, por primera vez en la historia, tú deseabas detenerme. Y así fue, así me marché. Yo sintiendo que por fin habíamos tenido un cierre a la historia que tanto daño me hizo y tú, tú apenas dándote cuenta que la historia podría haber sido tan diferente si tan solo tú, no te hubieras marchado y, si tan solo yo, te hubiera podido soltar antes. Pero tú eres tú y yo soy yo. Dos almas libres que nunca estuvieron destinadas a estar juntas, que solo se aferraron a la idea de que un día podrían volar juntas, cuando, el verdadero destino, nuestro verdadero destino era aprender a vivirnos para después decirnos adiós. Para emprender el vuelo, volando alto, pero en direcciones contarias.”
— La sinfonía del alma.
I can't wait to pick you up from the couch and take you to the shower and please you 🔥
Trust me it's gonna give you immense pleasure 👅
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Cualquier pretexto es suficientemente bueno para salir a buscarte, encontrarnos y tener una cita; así nos la pasamos, huyendo, corriendo, jugando a las escondidas, quisiera no fuera así, pero no tenemos otra salida.
Degaussed
Ni siquiera puedes contigo mismo y pretendes proteger a los demás, como si no te fuera suficiente la agonía de intentar mantenerte en vida constantemente, deja de mentirte y borra tu existencia de una puta vez.
Jalea
El que tuvo la idea de cortar el tiempo en rodajas, "los doce meses del año", fue un genio. Industrializó la esperanza, haciéndola funcionar al borde del agotamiento. Doce meses son suficientes para que cualquier ser humano se canse y se dé por vencido. Entonces, llega el milagro de la renovación y todo vuelve a empezar, con otro número y otras ganas de creer que de ahora en adelante será diferente.
— Seguen
😏
Eres el fantasma que perturba mi sueño, el monstruo de mis pesadillas. Fracaso ¿aquí era a dónde venías? ¿Por qué no te largas de una vez de mi vida? Deja de atormentarme cada día.
Stelle✨
Tenemos un acuerdo silencioso, un mensaje implícito en nuestras miradas, tú no te enamoras, yo no me enamoro; el problema es, cariño, que cuando el amor no se busca, él solo te encuentra.
Natt
Cuántas veces he huido, amor mío, cuando me abrazas y no hay más mundo que aquel que existe en el hueco entre aquel abrazo. Tus brazos son puentes y cómo decirte que yo siempre he sido muy suicida. Pero en tu puente veo esperanza de seguir y seguir, y cansarme a tu lado.
Benjamín Griss