-Adueñarse-
Precioso, contigo se desgrana mi placer como pequeños sismos que avanzan por doquier cuando te adentras sin descanso, entre mis muslos abiertos.
-Rendirse-
Pierdo la noción del tiempo y sin saberlo, abandono y huyo del cuerpo; el alma que asciende y se va, te pertenece sin recelo.
-Redimirse-
Te concedo perpetuidad y permito que la instancia del intruso (ese que irrumpe sin tregua, somete y coloniza mi carne), se apropie de todo. Tú, eres más mío cuando estoy suelta y liviana.
-Despertarse-
Uno, dos, tres y tal vez cuatro pellizcos recibo en el brazo izquierdo para forzarme a regresar del cielo, tu cielo, mi cielo. Muestras miedo, asombro, inquietud; yo qué sé.
-Amándote-
Sólo estoy aquí. Otra vez. Húmeda y floreciendo de todas partes. Te amo muchísimo más cuando soy tan tuya; con el corazón que da latigazos y se fustiga en las paredes del encierro, tiene la vehemente consigna de escapar y anidarse en tu pecho.
-Cinthyacabalga
Cuídate de los que saben escribir, pues tienen el poder de enamorarte sin siquiera tocarte.
-Julio Cortázar
Te amaba como se ama al primer rayo de luz de un amanecer que fue esperado por horas, te amaba con la intensidad infinita de la firme creencia de que el amor lo puede todo, pero al final me enseñaste con dolor que de hecho, el amor no lo puede todo.
Babi PM
Me quiero casar contigo porque desconozco la palabra inseguridad desde que estoy contigo, porque me esperaste a pesar de que la estación se quedó vacía y no había tren para abordar, porque escribir tu nombre sin una sonrisa de niño ilusionado es tan imposible como un gobierno sin corrupción, porque desprendiste de mi piel aquel abrigo gris con el aroma del pasado y en su lugar dejaste tu perfume en mi camisa, porque el verbo caminar se vuelve sinónimo de felicidad siempre y cuando vaya sujeto a tu mano, porque abrazarte a ti es renovarme y sentir que me nace una primavera en el pecho, porque si es contigo le tatúo un si a todo, y porque escuchar tus gemidos es mucho más que un acto sexual, es un concierto donde la protagonista eres tú, y yo tu más grande admirador.
Te quiero,
eso nunca lo dudes,
y perdón por no demostrarlo
tanto como lo mereces,
pero he pasado
tantas decepciones,
miedos y desastres,
he derramado mil lágrimas,
y he recibido mil mentiras
que tengo miedo de lastimarte
con mi indiferencia,
con mi desconfianza,
con mi temor
y con los fantasmas
que aún me persiguen,
tengo miedo
de lastimarnos...
Pero sí,
sí te quiero
y mucho,
mucho más
de lo que imaginas.
Pura maldad
“Para mí, escribir es como componer música. Hay un ritmo, una cadencia, alguna clase de sonido que estoy tratando de transformar en lenguaje y ponerlo en la página. […] Es extraño, es algo difícil de explicar. Pero hay algo táctil en el proceso, está en tu ritmo cardiaco, en tu respiración, y es una forma de música, y aunque el significado de las palabras puede encontrarse en el diccionario, cuando combinas las palabras de una cierta manera, ya no, eso no lo encuentras en el diccionario, y esos nuevos significados los descubres a través de su música. Es algo muy difícil de verbalizar, pero ahí es donde reside la literatura: en esa música presente en cada frase, en cada párrafo, y en la suma de los párrafos siguientes.”
— Paul Auster (via humanismo-nostalgico)
Son las 12:08, pongo mis pensamientos en pausa para escribir estás asañas, también hago versos para la persona que ha sufrido en exceso, y no espero qué me entiendas, pero que estás palabras te llenen el alma al ver que son de una persona reflejada de penas, y no sé si es un poema en verso, o versos qué me llenan al recordar las heridas que me queman, gracias a la vida por llevarme a escribir así, así con el alma llena de penas.
Para todos eres una estrella, una chica con muchas virtudes, con un corazón noble, que puede comerse al mundo si quiere, eres los ojos de los que no pueden ver, eres...
Las personas tienen altas expectativas en ti y lo único que tú deseas es estar tranquila, viviendo sin que nadie espere nada.
Blanca
Yo trataba de aferrarme a tu mano que ya no me sostenía.
Yo te vi soltarme, mientras tú creías que era yo la que se iba.
Te recuerdo
Y tu recuerdo me invade, de vez en cuando, el invierno ahora es verano, pero como tonta aun te sigo esperando, es irónico, contradictorio y tal vez el ultimo atisbo de mis sentimientos por ti, por tu patética imagen que me hace huir y la vez no me deja ser libre de vivir sin ti.