Esa noche lloré, esa noche quice morir.
Al parecer al final ni si quiera te importé.
Una vez más, ¿en estos momentos quien está?
...
Exacto.
Guardo en mi interior un mar completo.
El silencio ahora ya no es tranquilidad, sino dolor.
El dolor es sigiloso, pero atormenta.
Como esa insertidumbre en el pecho, escarba mi mente en forma de dolor, de agonía.
En forma de silencio...
Y me mata.
Estoy muriendo.
Creo que nunca encontraré la palabra que describa la profunda tristeza que estoy sintiendo...
Irónicamente la misma persona que es nuestra salvación, también puede llegar a convertirse en nuestra propia destrucción .
Porque es nuestro todo; Y.
Sólo tengo ganas de recostarme y no sentir nada.
Había anhelo en sus ojos,
un sentimiento tan profundo que de verlo dolía,
se veía a leguas el deseo,
la necesidad,
de tirarse a la carretera y que aquel camión le quitase la vida.
Melancolia
Quisiera amar como nadie, quisiera dar todo de mi y que me amen con la misma intensidad. Quisiera no tener que preocuparme por si me van a fallar, quisiera amar con plenitud y tranquilidad, quisiera estar con la seguridad de que del mismo modo me adorarán.
Quisiera amar, pero amar de verdad .
Quizás me da mucho miedo amar , pero entonces me pregunto: ¿cómo sere feliz?
La noche es nuestra aliada, nos envuelve en su manto obscuro y en ella nuestros sentimientos más profundos salen a la luz.