Ya no quiero ser...
No me entiendo... quisiera poder amar... y vaya que puedo, pero no me lo permito, no es fácil amar a alguien como yo, quizás complique más la vida de aquella persona al mostrarme por completo, al mostrarme al desnudo en alma, y tengo miedo de amar y ser lastimada, tengo miedo de dar todo de mi pero que aquella persona se desilucione y a la final vea que soy un tipo de problema, tengo inseguridad de mi inseguridad por amar, por arruinar las cosas, porque si... como todas las personas tengo problemas y secretos, unos más fuertes que otros, y es uno de ellos el que me mantiene prisionera y no me permite amar, no me permite ver esa luz que dicen que hay al final del túnel, quisiera amar hasta quedarme sin aliento, quisiera tener a alguien a quien acudir y apoyarnos entre si... pero las cosas están difíciles y al mismo tiempo no quiero, porque siento que no me amarían, siento que me harán daño de varias formas... formas que solo yo entiendo porque solo yo se cuanto me ha llegado a afectar y no creo poder solucionarlo tan fácilmente. Tengo miedo de que mis poquisimas amistades vean lo que soy realmente y decidan irse... soy: un saco asqueroso de tristeza, inseguridades, vulnerabilidad y desesperanza... pero por qué el miedo a la soledad? La soledad es gratificante cuando sabes que aún tienes a alguien con quien contar pero sin embargo decides estar solo, pero no es tan gratificante cuando en realidad no tienes a nadie con quien contar y no te queda más opción que estar sol@.
Todo esto está jodido, asquerosamente jodido.
Muy tal vez nadie lea esto, pero en realidad no me preocupo por eso, porque no se trata de eso... se trata de un intento de desahogo.
A
No entiendo porque siempre tengo que arruinar todo...
A
Solo da el último empujón a tu mano y termina de desgarrarme el corazón con tus filosas palabras y actitudes, a la final ya no tengo remedio.
-A
No vale la pena luchar por personas para no perderlas si aquellas no luchan junto a nosotros y eso termine por hacernos perder a nosotros mismos.
Tengo tanto miedo de mi...
De mi mente y lo que pueda llegar a sentir, de mis emociones y pensamientos.
Tengo tanto miedo de herirme aun más.
Estoy en un viaje sin sentido hacia la nada, navegando entre ideas y sueños rotos.
Ya no quiero sentir
Ya no quiero estar en mi
Simplemente siguiendo sueños anhelados, creyendo así que llenaré aquel agujero en mi pecho y ordenare aquel caos en mi mente. Pero no, resulta ser un engaño... pero no lo termino aceptando. No quiero que sea un engaño.
No quiero aceptarlo
Quisiera sentirme ligera, libre, en paz, quizás como un ave volar (aunque ya sea una metáfora muy trillada) no se lo que escribo simplemente las palabras salen.
Solo quiero soñar, quiero estar bien.
Quiero llenarme
Pero mi mente es tan maldita que cuando menos me lo espero ya me esta torturando.
Con recuerdos, con ideas malas, con mentiras.
¡Me atormenta!
A veces no siento poder llegar más allá, pero no se como es que me mantengo... ya que este mundo cada vez me asquea más y más.
Me asquea aunque no niego que hay cosas buenas... o quizás simplemente esa es nuestra excusa para evitar ver que en realidad todo está mal.
Como especie y en este planeta somos innecesarios. Hacemos tanto daño ya sea en nuestro ecosistema o entre nosotros mismos... nos dañamos
Pero a la vez somos importantes los unos para los otros y eso nos haces vitales, pero para nosotros mismos, eso demuestra nuestro egoísmo hacia la vida y naturaleza divina
Todo eso me pudre
Algunos deseamos la muerte, pero al observar a alguien que queremos, que esa persona lo desee también nos pone mal y no queremos que tengan esas ideas, pero... si uno mismo las tiene como es que no sea posible que alguien que queremos también lo desee? Incluso con más fuerza.
A veces el egoísmo me asombra.
A veces yo me asqueo por ser yo, por ser humana... se supone que serlo debe ser un halago? Lo es con tanto daño que ocasionamos?
Me siento perdida, desorientada, cansada, frustrada!
Quizás a veces solo quisiera ser aire, ser oxigeno, ser planta, ser árbol... para no lidiar con mi mente, para no lidiar conmigo y todo el caos que conllevó.
Porque eso es lo que soy...
CAOS.
Quizás en un rato, en unas horas, días o semanas borre esto por mi inseguridad, no se en realidad, me cuesta entenderme. Pero bueno.
Quisiera amar como nadie, quisiera dar todo de mi y que me amen con la misma intensidad. Quisiera no tener que preocuparme por si me van a fallar, quisiera amar con plenitud y tranquilidad, quisiera estar con la seguridad de que del mismo modo me adorarán.
Quisiera amar, pero amar de verdad .
Quizás me da mucho miedo amar , pero entonces me pregunto: ¿cómo sere feliz?
Cada vez siento más cerca el aroma de la muerte , es un tanto agridulce, algo obscura y radiante...
Quizas da miedo, pero a la vez es un alivio.
Trato de encontrarme, pero... ¿Sigo estando en mi?
Siento tantas cosas dentro de mi, tantas emociones de las cuales no son fáciles escapar... trato de hacerlo, pero... ¿será bueno escapar?
Y si te pido que te quedes conmigo... lo harás?
En serio lo harás?
Porque ya muchas veces solo lo han dicho.
–A
Simplemente no soy yo...
No quiero creer que esto, en lo que me he convertido, sea yo.
No quiero creerlo.
La noche es nuestra aliada, nos envuelve en su manto obscuro y en ella nuestros sentimientos más profundos salen a la luz.
El mounstro irrumpe mi tranquilidad.
El mounstro me acecha.
Me persigue.
Me tortura.
El mounstro me acorrala y me hace temblar.
Se acerca cada vez más.
Me perfora el pecho y llega hasta mi corazón. Me lo desgarra.
Y con mi alma juega haciéndola añicos, dejándome finalmente sin aliento.
El mounstro me mira.
Me mira tan fijamente que arde el tan solo respirar.
El mounstro me controla, como trapo me estropea.
Me daña.
Me pudre.
El mounstro me pide ayuda...
Se encuentra herido.
El mounstro soy yo.
Y si vienes y me das un abrazo.
Protegeme con tu cálido tacto.
Mi fria piel te necesita.
Quiero más de ti.
Necesito más de ti...
Ven y olvidémonos del mundo, vivamos nuestro sueño.
Acurruquemonos y hagamos real la idealización del verdadero amor.
Porque ya no siento que pueda.
No tengo mas escapatoria que refugiarme en una farsa.
Porque no quisiera buscar otra opción.
O quizás si...
¿Cuando dejaras de doler? ...
Llename con un suspiro y dame tranquilidad.
Deja una marca de felicidad en mi, y con tus besos, respirame.
Tus huellas en mi piel son cálidas.
La lejanía nos quema amor.
Ámame.
Amemos hasta doler.
Y si nos llaman masoquistas cariño, seamos culpables de serlo.
Me ahogo en mis propias tormentas.
Dame respiro cariño.
Dame tu aliento.
Dame todo de ti.
Vagando por el silencio de la tristeza que me amarga.
Ella juega conmigo, me cansa, me aturde
Ya no se si soy mía, o soy de aquella agonía mortal.
Me perfora.
Me lastima.
Ahora el viento me susurra tu nombre, como silbido tortuoso se cuela entre mis oídos y besa fervientemente mi alma marchita.
Desgastada.
Torturada.
Con la fuerza de un huracán los recuerdos me invaden y una inundación que mezcla mis sentidos me ahoga.
Me aprisiona.
Llegando a la superficie, mi piel ardiente y mi corazón herido ruegan por tu calor, que como oxígeno me da vida y me entrega paz.
Al finalmente llegar
No pude evitar asfixiarme.
HAY QUIENES.
Llegando al clímax.
La sed del alma consume.
De único consuelo, el viento abrazador, que con su silbido melodioso, bañandote en paz esta.
En la cima del cielo yacen los sueños desnudos del corazón.
En el fondo del infierno, la gota de esperanza que ya se derramó.
Hay quienes cantan.
Quienes bailan.
Quienes sueñan.
Quienes añoran.
Quienes ríen.
Hay quienes con una palabra absorben cada parte de ti.
Hay quienes con una palabra te reconstruyen.
Hay quienes con una acción te derrumban.
Y hay quienes con una acción te hacen dar cuenta que todo este tiempo estuviste muerto.
Hasta que aquellos te regresan a la vida.
El amargo sabor de la tristeza día a día consume.
Como aquella risa que se vio interrumpida por la corroboracion de la melancolía en el pecho.
Almas van, almas vienen...
Y la mía atascada en la espina de la rosa roja que un día se marchito
Tierna flor de aroma quebradizo.
Lúgubre y sencilla. Como mariposa flotante.
En el aire danzas con plenitud en tus pasos, pero no en tu corazón.
Y la sutil fragancia de tu presencia... en el alma llameante quema.