Escribo porque tengo mala memoria
y una extraña fobia al olvido.
Daria Denegri
“Tu error es el mismo de millones como nosotros. Te gustan las chicas que guardan en sus carteras el opio de lo inmediato, la prisa sin paciencia, el verso sin rima y los rastrojos de un pasado inconquistable. Las chicas que guardan en sus cabezas ambiciones de un solo triunfo, utopías de las grandes ciudades, poco corazón y más humo de hierro, porque para amar, no solo es ver, sino mirar amando. Sin embargo, la verdad es que te deberían gustar las chicas que atesoran en sus carteras la austeridad de los diarios, el alma pícara e inocente, la visión del ruiseñor y la libertad en el corazón. Las chicas que atesoran en sus cabezas, la flor de la cultura y el remanso de una noche meditada.”
— Firthunands (via humanismo-nostalgico)
El furor se apodera de nuestros cuerpos dando lugar a la pasión de dos mentes expuestas al íntimo suceso de placer que genera el roce de nuestros cuerpos.
Leam
cuddles
Tenemos un acuerdo silencioso, un mensaje implícito en nuestras miradas, tú no te enamoras, yo no me enamoro; el problema es, cariño, que cuando el amor no se busca, él solo te encuentra.
Natt
[ Fetish ]
(intento de octosílabos)
«Sólo tu boca no basta: Me es eterna la apetencia por el sabor de tus huellas; vil avidez profesada crucificada en tu estela.
Mi lengua, clama tus pasos. Viste el desvío de asfalto. Credo latente en mis manos, que a tus andares desnudos va degustando despacio.»
© Ͼʜʀɪʂᴛᴏᴘʜᴇʀ Ɖʀᴀᴋᴇ / Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ ┤Lima/Perú • 3/mayo/2022├
-Adueñarse-
Precioso, contigo se desgrana mi placer como pequeños sismos que avanzan por doquier cuando te adentras sin descanso, entre mis muslos abiertos.
-Rendirse-
Pierdo la noción del tiempo y sin saberlo, abandono y huyo del cuerpo; el alma que asciende y se va, te pertenece sin recelo.
-Redimirse-
Te concedo perpetuidad y permito que la instancia del intruso (ese que irrumpe sin tregua, somete y coloniza mi carne), se apropie de todo. Tú, eres más mío cuando estoy suelta y liviana.
-Despertarse-
Uno, dos, tres y tal vez cuatro pellizcos recibo en el brazo izquierdo para forzarme a regresar del cielo, tu cielo, mi cielo. Muestras miedo, asombro, inquietud; yo qué sé.
-Amándote-
Sólo estoy aquí. Otra vez. Húmeda y floreciendo de todas partes. Te amo muchísimo más cuando soy tan tuya; con el corazón que da latigazos y se fustiga en las paredes del encierro, tiene la vehemente consigna de escapar y anidarse en tu pecho.
-Cinthyacabalga
Creo que una de las cosas que más trabajo me cuesta aceptar es que las personas no me van a querer como yo necesito que me quieran, y eso no las hace malas, ni menos merecedoras de amor.
La gente ama y quiere como ellos pueden, por eso necesito quererme más que nada, para nunca volver a sentir que me hace falta que me quieran.